Canarios | Roberto Passucci

Que puede decirse de un jugador que, para muchos, es un autentico simbolo. Un jugador que engloba todo lo que el hincha desea de un jugador: entrega y sacrificio, un tipo que no dudaba en trabar una pelota con la cabeza con tal de retener el balon.

Nacido en San Miguel,un 15 de octubre de 1956, se inició en las inferiores de Velez Sarsfield como enganche, un 10 con gol. Luego de quedar libre en el Fortín, llega a Flandria y el DT lo pone de suplente. Como no encontraba lugar, se decidió a charlar con el técnico. Este, ante la lesión del numero 2 del equipo, le dijo: "Roberto, vos sos fuerte, rapidito, ¿no te animás a jugar ahí? El secreto es anticipar y entregar al pie, o revolear". Con tal de jugar, Passucci no dudo y acepto el desafio, sin imaginar que seria el puesto que lo identificaria durante toda su carrera. Debutó ante Estudiantes de Caseros en ese puesto y segun sus propias palabras "me di cuenta que facil era destruir y que dificil construir. y me dije: mi destino es este,destruir"

Tras la vuelta del 2, el tecnico le ofrecio ser 5, lo cual tambien acepto y comenzaria a lograr titularidad en Flandria, alla por 1977.

Tras su paso por el Club, proseguiria su carrera en Chacarita, en 1979, para luego el año siguiente recalar en Huracan. Aunque sin duda lo mejor estaba por venir. Desde 1981, y por recomendacion de Miguel Angel Brindisi (que habia sido compañero de el en Huracan) llegó a Boca Juniors, donde alcanzaria la fama, logrando el campeonato ese mismo año junto con el mismisimo Diego Maradona.

Dos hitos marcarian su paso por Boca principalmente. Uno fue cuando en el Nacional del 83 se tuvo
que calzar el buzo de arquero y el otro fue cuando en 1985 le propinó una violenta patada a Ruggeri por haberse pasado a las filas de River Plate directamente desde Boca, lo que muchos consideraron una traición a la institucion.

Emigraria del club de la Ribera en 1987, pasando a Talleres, posteriormente a Union, para luego transladarse a Ecuador, donde se pondria la camiseta de Deportivo Quito por solo un año, para retirarse el año siguiente en el lejano Vevey de Suiza. Culminaria su carrera con un total de 377 partidos y 25 goles convertidos.

Asi pasó la historia de un jugador marcado por Flandria, no por haber surgido en el Club, o por haber jugado por mucho tiempo en la institucion, sino por otorgarle un estilo de juego y un puesto que lo catapultaría a uno de los clubes mas populares del pais.